domingo, 26 de abril de 2009

segundo chico buarque: a saudade doi como um barco, que aos poucos descreve um arco, e evita atracar no cais. peguei emprestadas as palavras do chico, pra dizer que estou com saudade, que penso nos meus todos os dias, que queria mesmo era estar lah e nao aqui. e que soh mesmo o medo de jogar tudo pro alto e me arrepender muito depois me fazem permanecer, continuar, seguir. to chegando em maio, tomara que seja a tempo de aliviar alguma dor.

nao to triste. estou preocupada, eh diferente. estou levando minha vida aqui, por dias alheia a primavera que desenrola rapido bem na minha janela. as flores todas, mais as folhas que brotam e colorem de verde em varios tons o mundo antes cinza e marrom, fazem meus dias mais felizes. dirigindo, andando, passando, por uns poucos segundos quase esqueco que queria estar lah e nao aqui. seria de lascar se, alem de tudo, estivesse frio. nesse ponto, o universo conspirou ao meu favor: pelo menos, eh primavera!

nao ha de ser nada! reafirmo pra mim mesma em pensamento mil vezes ao dia. rezem, mandem energia boa, facam pensamento positivo. eu tambem rezo, mando as energias boas que me restam, faco pensamento positivo.

2 comentários:

  1. Vai dar tudo certo, Maricota!
    Estamos com saudades de vc, viu?
    Cadê vc no skype?

    ResponderExcluir
  2. Toda la vida soy extranjera.

    Salí de casa porque así lo quiso el destino. Para ser extranjera en esta tierra lejana. Esta extraña tierra es buena pero muy diferente. La gente, los sonidos, el sol, el aire… son tan diferente que no puedo. Y dejo de ser los que una vez fui en mi tierra porque la vida se me cambia. Pero, no importa el tiempo que viviendo aquí siempre quiero regresar a mi tierra, a mi casa.

    Nunca dejo de pensar en mi tierra; siempre sueño con volver. Quiero regresar a mi tierra que una vez deje atrás. Quiero el olor de la hierba fresca, el cantar de las ranas y los grillos en la noche, mi gallo pinto y mi perro negro, el verde de la maleza de los ríos, sentir en mis pies la tierra mojada después de la lluvia. Y cuanto extraño mis estrellas, mi brisa del mar y mi sol. Yo quiero volver a la misma gente que deje. Sentarme con el viejo Felipe a comer mangos, ir a casa de Pedro a hablar de los viejos tiempos mientras tomamos jugo de naranja.

    Y por fin, después de tantos tiempo de agonía, regreso a mi casa. Pero el tiempo ha pasado y muchas cosas han cambiado.
    ¿Donde están mi gallo y mi perro?
    ¿Porque hay un centro comercial en donde yo deje un rió?
    Y mi gente, ¿donde están?
    ¿Que paso con Felipe? Y el árbol de mango de Pedro, ¿donde esta? Y los demás, ¿en donde están?

    Muchos han muerto, otros se han cambiado de lugar y muchos de los están no me conocen porque son nuevos en el lugar. Los niños de mi propia calle me ven como a una extraña. ¡Como es posible! Yo también jugaba en esos mismos árboles; corría bicicleta en la misma colina en donde hoy ellos juegan. Pero eso no les importa. Me miran como si fuera una extranjera. Y lo peor de todo es lo soy; una extranjera en mi propia tierra. Y mientras estoy de nuevo en casa, trato de cambiar. Y me adapto a esta nueva tierra que todavía pienso es mi casa. Y cuando creo que ya me acostumbre, es tiempo de volver a esta otra tierra. A mi otra casa en donde también soy extranjera.

    Toda mi vida seré una extranjera.

    Que hacer?

    Todavía no lo se…

    ResponderExcluir